Los populares alertan de que si el alcalde socialista no respeta los acuerdos internos, tampoco se puede confiar en el cumplimiento de los compromisos con la ciudadanía
El Partido Popular de Consell expresa su preocupación por la inestabilidad que atraviesa el equipo de gobierno liderado por el PSOE tras la destitución de la regidora socialista Margalida Llabrés Deyà por parte del alcalde Andreu Isern. Esta decisión pone en evidencia la falta de cohesión entre los partidos del pacto y cuestiona la capacidad del PSOE para garantizar una gestión estable y fiable.
Fuentes del partido han asegurado que “cuando un gobierno no es capaz de respetar sus propios acuerdos y mantiene una actitud autoritaria con sus socios, surge una pregunta inevitable: ¿cómo pueden los ciudadanos confiar en que cumplirán los compromisos adquiridos con ellos? La desorganización y las tensiones internas afectan directamente la capacidad de gestión y la credibilidad del consistorio”.
Desde el Partido Popular de Consell reclaman explicaciones públicas y responsabilidad institucional. “Los vecinos del municipio necesitan un consistorio comprometido con la estabilidad y la transparencia, no un ejecutivo marcado por disputas internas y decisiones arbitrarias”, han concluído.
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