El Partido Popular de Balears considera “un nuevo ejemplo del intervencionismo de Francina Armengol” el ataque del Govern contra los chiringuitos ubicados en las playas de Balears. Los populares consideran que las últimas actuaciones por parte de la Conselleria de Medio Ambiente suponen “romper el equilibrio necesario entre la protección de los espacios naturales y el desarrollo de la actividad económica que representan estos populares establecimientos y que Armengol ha puesto ahora en su punto de mira para acabar con ellos”.

De esta manera lo denuncia el portavoz del Partido Popular en la Comisión de Medio Ambiente del Parlament, Javi Bonet. El diputado popular defiende “la protección y conservación de nuestros espacios naturales, especialmente de aquellos más frágiles”, pero recuerda que la Ley de Costas de 2013 ya “estableció las condiciones para garantizar su protección, pero permitiendo a la vez mantener la actividad de los chiringuitos existentes, como así ha sido hasta la fecha”. Sin embargo, “con los últimos informes remitidos desde la Conselleria de Medio Ambiente a Demarcación de Costas, el Govern de Armengol busca acabar con estos establecimientos y romper ese necesario equilibrio”, apunta Bonet, que lo considera “un nuevo ejemplo del intervencionismo de Armengol”.

“Las exigencias que ahora se plantean, así como la prohibición de las terrazas que sí permite la ley con hasta 50 metros cuadrados, suponen acabar con los chiringuitos, claves para la economía local, tanto por los puestos de trabajo que generan como por el retorno hacia sus municipios”, explica el portavoz popular de Medio Ambiente. Además, alerta, “supone la pérdida de ingresos para los ayuntamientos, que son quienes se encargan del mantenimiento de los espacios naturales, y da vía libre a la competencia desleal, como la venta ambulante ilegal en las playas”.

El diputado popular teme que “se está abriendo un peligroso precedente y una vez hayan acabado con los chiringuitos de los que se está hablando estas semanas, luego irán a por el resto y luego a por cualquier bar o restaurante a pie de playa, porque en realidad lo que quieren es acabar con toda la actividad turística en Balears, es su decrecimiento”.